Sunday, February 28, 2010

El Talento

Primero que nada, quiero disculparme con mis asiduos lectores (también conocidos como mi horda de fans). Yo sé que todos lloraron al darse cuenta que algo les faltaba en su vida la semana pasada, y no tardaron en notar que no subí nada al blog. No voy a intentar poner excusas de lo ocupado que estoy con la escuela, o de que llevo dos semanas enfermo, o de lo difícil que es balancear una vida universitaria sin descuidar la escuela, la salud o la vida social. Solamente me voy a callar la boca y empezar a escribir el siguiente. Discúlpenme.

En los últimos días, me encontrado en diferentes conversaciones defendiendo o intentando explicar una postura que he tenido desde hace un tiempo, pero que nunca me habían cuestionado en realidad. Hace varios años, poco después de empezar a aprender el bajo eléctrico, decidí que el talento tal y como lo conocemos no existe. Es un mito, una construcción que hemos creado para justificar nuestra falta de trabajo y disciplina y para protegernos de la envidia que nos causan las personas con una gran habilidad.

Tengo que aclarar, a lo que me refiero con "talento" es a la destreza innata que se les adjudica a las personas que destacan en cualquier actividad que requiere práctica o conocimiento (generalmente ambos), especialmente a una edad temprana. En este caso, por ser el tema del que conozco más y al que en realidad me refiero (aunque sospecho que aplica para cualquier otra cosa) es al talento musical.

Mi amiga Fil es violinista, pianista y compositora. Fil lleva casi 20 años tocando, y antes de los 20 había tocado con personas como Rod Stewart, Michael Bublé, Gladys Knight y Trans-Siberian Orchestra. Fil siempre ha sido considerada una chica prodigio, con un talento excepcional. Un día, Fil me confesó algo que se me quedó grabado. Me dijo que en realidad, ella odia que le digan cuánto talento tiene, después de estudiar día tras día por horas para llegar a tener el nivel que tiene. Qué fácil sería, nacer con el talento, ser un virtuoso y no tener que practicar. No, lo que Fil tiene en realidad es una gran disciplina.

La disciplina, a diferencia del virtuosismo, es algo que podemos abarcar mucho más de cerca. Todos sabemos lo que es la disciplina, y nos consideramos, al menos en teoría, capaces de ella. Todos hemos pasado por algún obstáculo que requirió toda nuestra disciplina. Algunos tenemos una predisposición a la disciplina que a otros nos falta, ya sea debido a nuestras circunstancias (nuestra educación, nuestro ambiente familiar, etc.) o a nuestra genética. Pero me parece que la diferencia entre el tamaño de habilidad de "ser disciplinado" y la de "el talento de la música" es evidente. Mi punto es precisamente que las ventajas que podemos ganar gratuitamente gracias a la variación genética o a nuestra instrucción cultural no son suficientes para justificar la idea de que alguien "nació para hacer música".

La música es un arte. Este es el punto que me parece más difícil de justificar, y desafortunadamente es el punto en el que se apoya todo mi argumento. El problema es que este es un punto muy subjetivo, y creo que va a requerir algo de empatía. Lo que quiero decir es que el arte, que es debatiblemente la expresión más avanzada de la cual somos capaces, requiere de todas las habilidades que se pueden cultivar en el ser humano. El arte requiere destreza física, sensibilidad estética y emocional, un buen oído, disciplina, capacidad de análisis de patrones, memoria cerebral y muscular, concentración... a lo que quiero llegar, es que el arte es una actividad tan compleja que no hay manera de que un ser humano, gracias a su genética, pueda nacer con una aptitud para todos sus elementos.

Tampoco estoy diciendo que todos tengamos las mismas características al nacer. No, me parece obvio que algunos tenemos predisposiciones para algunas cosas. Por ejemplo, alguien que gracias a sus genes tiene mucha destreza con los dedos puede ser considerado una persona con talento, pero eso no es suficiente para ser un buen músico. Esa persona tendría que practicar su teoría, entrenar su oído, analizar música, etc. Personalmente, considero que yo no nací con ese tipo de talento, y no tengo la intuición para tocar un instrumento rápidamente, pero tengo un buen oído, y una buena capacidad de analizar música y encontrar patrones.

Tal vez estoy mal, y tal vez todo esto sea mi manera de lidiar con los momentos cuando pienso que mi propio talento es mínimo o inexistente, pero no lo creo así. Pienso que la única manera de construir una estética completa es aprovechar las ventajas que ya se tienen y trabajar para parchar los hoyos al rededor.

O qué?

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